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Ven a mí...

Ven a mí, acércate, acércate más, más cerca. Dame tu mano y por el camino de mi mano pásate y éntrate en mi corazón.

Escucha lentamente para que puedas entender estas palabras que en mis labios tiemblan.
Verás mis palabras caer en el aire, como si fueran pequeñas balsas próximas a naufragar su contenido.
Acógelas.
tú como una blanda orilla de mar a donde mis palabras recalaran. Acércate más, más cerca.
Dame tu mano.
En mis historias encontrarás lo que es limpio, lo que es bello, lo que transparente brota de mí como una flor.
Acógelas, sé tú como una blanda orilla, donde mis palabras recalaran. Acércate más, más cerca.
Pero ¡ay de mí!, si estando tú en mi corazón, yo abro los ojos y te busco en el viento y en la nube, y otra vez me encuentro solo, completamente solo bajo el viento.

Andrés Henestrosa.

Comentarios

arawaco dijo…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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