Había una vez un niño al cual le gustaba el jugo de toronja y la música podía hacerle cambiar de ánimo casi como por arte de magia, su amor y gusto por la música rara vez la compartía con alguien más.. sólo con gente especial.... tenía una cabeza de tamaño algo anormal... y de grande queria ser jugador de golf... detestaba su segundo nombre, por fortuna todos lo llamaban con el apodo que le había puesto una de sus hermanas... regalaba pulseras de tela, velas moradas, mascotas de juguete... y sé que cuando crezca dará besos inolvidables.
Me pasaron cosas tontas e importantes hoy ... Todas te las he querido contar. No es la primera vez que pasa esto, pero el vacío en ésta ocasión se siente tan distinto, he caminado todo el día teniendo mi corazón fuera de mi, sin poder respirar profundamente, llorando con mucha facilidad y con la necesidad enorme de entender algo que nunca en tantos años he podido comprender... Quiero abrazarte
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