"Tu y yo tenemos algo pendiente" me dijo de la nada semanas después de no saber de Él y de que yo no le busqué, no me interesaba realmente, pero tenía curiosidad.
"El galán del salón", "El más guapo", la mayoría de mis amigas se derretían al verlo pasar, a mí nunca me pareció confiable.
No era confiable.
Ahí no pasaría nada más, sólo unos cuántos besos, unas cuántas noches, no daba para más.
Me hacía reír, me hacía gemir, me hacía la cena, nos veíamos ya muy entrada la noche, no había intimidad, solo sexo.
Estaba obsesionado con mi olor, con mis pecas, era debo admitirlo tierno en ocasiones pero yo no era una de mis amigas así que cuando al no caer rendida de amor por Él eso terminó.
También es que en realidad su forma ruda de tomarme siempre, no me era suficiente, a veces aunque vayas en una carretera sin sentido, sin rumbo fijo, hay que ir despacio y lento disfrutando el camino.
Comentarios