Ese mueble gigante en medio de la sala, si bien existe y estorba, nadie habla de el, a nadie se le ocurre moverlo, por la mente de ninguno pasa la idea de hablemos de éste mueble culero que está empolvado y lleno de telarañas.
No es suficiente limpiarlo, no hay manera de repararlo, hay que sacar el puto mueble, pero no lo hacemos, ya sea por cansancio, por tolerancia, por educación, por lo que sea sigue ahí.
Somos acumuladores.
Comentarios