Ayer por la noche pensé en escribirte porque tenía ganas de hablar de la vida y los encuentros, no sé por dónde empezar, mi orgullo no me deja.
Me he estado leyendo, a la del pasado, no soy la misma y si, no siento lo mismo y si, solo que quizás, quizás, quizás los 40s y la maternidad me han hecho práctica.
Oigan, spoiler: los niños no te dejan tiempo ni para confundirte ni hacer drama... Con lo que me encantaba la chingadera jajajaja
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