Necesarios son y normal también, los cambios.
Los benditos cambios.
Deseados o no, están y suceden.
Lo que mas nos cambia quizá es la interacción con los demás.
La escucho hablar preocupada y desgastada de la vida.
Un amor no correspondido.
Que se le puede decir a quien no es amado?
Como se le consuela?
Como se da esperanza?
Como se aligera la carga del desamor?
Solo me resta escuchar y tratar de articular palabras que realmente no creo que le ayuden de mucho.
De pronto me siento lejana de esos temas y creo haber perdido practica y conocimiento del mismo.
Una cosa es el deseo y la pasión y otra muy distinta es el amor.
Somos amor, dicen.
Pero no todos los amores se sienten al mismo tiempo.
También es mi etapa de amor de madre que es tan diferente.
Cuando salí del hospital con ese niño en brazos me parecía imposible haber entrado como una persona y salir convertida en dos.
Lo vi dormir con sus pestañas diminutas y su boquita parada y solo atine a decir: Yo soy tu mama.
Este amor es diferente y eterno.
Quizás por eso no recuerdo como se siente el desamor, ni el amor, ni las ganas de recorrer el mundo enamorada de un hombre.
Estoy en vías de eso, creo.
No podemos ser indiferentes al amor.
Amemos o no.
Nos amen o no.
El amor nos cambia.
Y terminamos transformados si bien nos va, algo mejor.
Mientras seguiré buscando palabras de consuelo.
Mientras seguiré amando a esas pestañas nada diminutas y esa trompita parada que me dice: Mama.
Los benditos cambios.
Deseados o no, están y suceden.
Lo que mas nos cambia quizá es la interacción con los demás.
La escucho hablar preocupada y desgastada de la vida.
Un amor no correspondido.
Que se le puede decir a quien no es amado?
Como se le consuela?
Como se da esperanza?
Como se aligera la carga del desamor?
Solo me resta escuchar y tratar de articular palabras que realmente no creo que le ayuden de mucho.
De pronto me siento lejana de esos temas y creo haber perdido practica y conocimiento del mismo.
Una cosa es el deseo y la pasión y otra muy distinta es el amor.
Somos amor, dicen.
Pero no todos los amores se sienten al mismo tiempo.
También es mi etapa de amor de madre que es tan diferente.
Cuando salí del hospital con ese niño en brazos me parecía imposible haber entrado como una persona y salir convertida en dos.
Lo vi dormir con sus pestañas diminutas y su boquita parada y solo atine a decir: Yo soy tu mama.
Este amor es diferente y eterno.
Quizás por eso no recuerdo como se siente el desamor, ni el amor, ni las ganas de recorrer el mundo enamorada de un hombre.
Estoy en vías de eso, creo.
No podemos ser indiferentes al amor.
Amemos o no.
Nos amen o no.
El amor nos cambia.
Y terminamos transformados si bien nos va, algo mejor.
Mientras seguiré buscando palabras de consuelo.
Mientras seguiré amando a esas pestañas nada diminutas y esa trompita parada que me dice: Mama.
Comentarios