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Hilitos.

No se trata de quien, sino de que.
El "que" lo es todo.
Recordé que un antiguo amor pasaba los dedos sobre mi pecho
en forma de círculos y simulaba que me robaba el corazón.
Igual y era mi imaginación pero yo en verdad sentía como si unos hilos
invisibles y delgados se estiraran en mi piel.
Pero mi corazón nunca se iba.
Quizás se llevaba cachitos o sobras.
NO es verdad que a uno le roban el corazón.
Uno lo entrega.
Ese es el "que" de toda la historia.
Y el quien se desdibuja ante mis ojos, siendo varias manos y varios cuerpos.
El quien no depende de mi.
A mi solo me resta cuidar los hilitos hasta que yo sostenga entre mis manos mi corazón
y decida entregarlo asi como lo tengo.
Después de mucho trabajo y mucho tiempo: Intacto.
Ya no tengo espinas ni rasgaduras, ni lugares empolvados.
Dios dirá.

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