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carta soñada

4 de Octubre de 1933
SJ de mis amores:
Has de saber que después de escribirte caí rendida en cama y te soñé, seguro fué el poder sacar el dolor que me llenaba, fue eso o los yerbas secretas que me puso Adelina en el té .
Pobre mujer como le ha tocado lidiar con todo esto, estando al pie del cañón se hizo cargo de los niños estos tres días en los que yo me fuí al país de los sueños, bendita sea.
Recuerdo que Adelina llegó a ésta casa enviada por tus padres cuando recién nos casamos, tu madre y la mía no se cansaban de decir que era yo una niña muy mimada que no sabía como llevar las riendas de una casa, vaya sorpresa que se llevaron todos cuando Adelina a su media lengua les hizo saber que no hacía falta en esta casa, usted es muy señora mi niña, aun así se quedó y se volvió parte de ésta familia.
Gracias a ella esta casa se mantiene en pie desde que el mundo se vino abajo, cuando ya no regresaste, recuerdo sus manos sosteniendo mi cuerpo sin alma cuando llegaron a notificarme del accidente y de tu muerte, .... aun no lo entiendo, mi duelo es tan profundo que si no fuera por nuestros hijos y mis padres, poco me importaría seguir en este mundo, todo cambió, apenas entiendo que de eso se trata el camino de la vida.
La llegada de "Ade" en lugar de volverse una molestia cuando seguíamos en "plena luna de miel" fue una grata sorpresa, criada de otra manera no se detenía a darme consejos de mujer a mujer, desaparecía cuando tenía que hacerlo, y si por alguna razón no lo hacía, nos veía con ojos muy pícaros por la mañana en el desayuno... siempre me decía
niña la cama es un lugar sagrado.
Fué la segunda en notar que yo estaba ya embarazada de Alberto, la primera fué mi madre, recuerdo haberme despertado sintiéndome muy mal, Dios santo! cómo me dió lata ese niño antes de parirlo, y es que yo no estaba segura de estar embarazada, había pasado casi un año de nuestro matrimonio y aunque no teníamos prisa yo sabía que te morías por ser papá y mes a mes la noticia no llegaba, hasta ese mañana en la que yo sentía que las entrañas se me escapaban por la boca. Recuerdo que me viste por un largo rato y me dijiste al oído "hoy amaneciste muy bonita... sorpréndeme."
Me recuperé un poco y me arreglé lo más rápido que pude, Ade no estaba, o por lo menos yo no la ví al salir, quería ver a mi madre, el camino se me hizo eterno, llegué y abrí la puerta y la encontré en la cocina, me vió y gritó
voy a ser abuela! y lloraba de la alegría, el grito hizo bajar a papá al que tambien le gritaba Fernando vamos a ser abuelos! y con una gran sonrisa el me abrazó y me dijo ... ¿estás segura? ¿ya fuiste al medico? ... no papá hoy empecé a sentirme mal y vine a ver a mamá, y como siempre me decía que cuando estuviera de encargo lo sabría solo con verme pues aquí estoy... y con aquel vozarron dijo mujeres... par de brujas.. no dudo que tu madre esté en lo cierto pero ve con el médico antes de decirle a tu marido por el amor de Dios! y así fué, fuimos a su dispensario, el médico de la familia me hizo como un millón de preguntas y al final dijo: felicidades Frida, vas a tener un hijo, nosotras por supuesto ya no estábamos sorprendidas, ya lo sabíamos.
Llegué a casa y me encontré a Ade, me vió a los ojos y me dijo, niña por fin pasó! estás de encargo y yo solté una enorme carcajada y la abracé muy fuerte y le dije estoy feliz, ¿como supiste?" y me respondió: una bendicion así se grita por los ojos mi niña, es el lugar sagrado.
a casa despues de las 7, estaba sola y te recibí con el vestido rojo que te encantaba, ¿ lo recuerdas?... cruzaste la puerta y me sonreiste, no dije nada, dejé que te acercaras a mí y mientras lo hacías yo sentía como mi cuerpo y mi alma estaban más enamorados que nunca de tí, ¿me vas a sorprender mujer de mis amores? me preguntaste despacito .. y tambien despacio te respondí si, te voy a dar la sorpresa de tu vida: vas a ser papá....
entonces me apretaste a tu pecho y escondiste tu rostro en mi cuello, empezaste a besarlo, subiendo despues hasta mi rostro y encontrarte con mi boca, los dos llorábamos lágrimas de alegría, y nos besábamos desesperados entre muchos te amo... no cenamos, esa noche hicimos el amor varias veces inundados de la ternura y la esperanza que dá el saber que el amor va a tener frutos...
ahora que lo pienso lo supiste antes que nadie ...
Ade morirá engañada creyendo que a ambos niños los hicimos en la cama ... si ella supiera ... fuimos muy traviesos y nosotros no hacíamos hijos de la manera tradicional ....
te extraño tanto amor de mi vida ... no imaginas las ganas que tengo de abrazarte, promete que volverás por mí ... no muy pronto porque tengo que cuidar a nuestra familia.. pero jura que estarás ahí y me recibirás cuando sea hora de reunirnos de nuevo.. si? me lo juras?
Te amo con toda mi alma.
Siempre tuya...
Frida Valentina

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