Hace poco mas de un año Camila me invito a una reunión de mujeres, experiencia que se convertiría en una de las mejores decisiones de mi vida. Después de haber pasado por meditaciones grupales e individuales, talleres mayas, angélicos, con monjes budistas, mandalas, mantras, reiki, etc etc etc. Ahí estaba en un grupo de mujeres liderado por la Abuela Lucia. Una mujer bajita, con cara de facciones fuertes y definidas, con una de las miradas mas picaras y dulces que he visto a la vez., Poco a poco, una a una fuimos contando nuestro caminar y así se fueron haciendo conexiones, sanaciones, enfrentamientos y retos. La premisa; Nada sale de aquí, lo que aquí se dice y se hace aquí se queda, es liberadora. Un espacio de luz en donde no somo juzgadas sino escuchadas. Danzamos para sanar. Danzamos para ser feliz. Se mueve una, se mueve el mundo. Hoy volteamos a ver el año que ha pasado, hoy la abuela me pregunto que si como me había ido y yo empece a decirle todo lo que he vivido, no ...